Mari Puri Herrero, 1942 “Matado”
Pintora y grabadora vasca, Mari Puri Herrero optó desde el principio por el arte figurativo, delatando deudas con viejos maestros como Goya. Ello la diferencia de la corriente más conocida del arte vasco, marcada por la abstracción y el esquematismo geométrico: la de Jorge Oteiza, Eduardo Chillida, etc. Por sus figuras reposadas y el colorido suave, se puede emparentar a Herrero con Carmen Laffón, aunque da mayor protagonismo a la figura humana. Expuso por primera vez en 1963.
Entre Goya, Bacon y Barjola, de momentos expresionistas muy diferentes, la pintora nos muestra con ironía el momento dramático de la muerte en una plaza de toros, sustituyendo al animal estocado por una figura humana.